by juan re-crivello
Utilizamos esta expresión cuando la respuesta ante una actitud está incompleta, o ha sido mal hecha o simplemente no entra en nuestra escala de valores. Pero los aficionados nutren el sistema, la red nerviosa de la sociedad. Es a base de prueba error, cuando se crece y se ofrece lo mejor de cada individuo. Los grandes profesionales se han servido de su cultura emprendedora y aficionada. Nadie les daba crédito ante sus ilusiones. De ellas se compone un núcleo de errores e intentos destrozados.
Pero ese festín ha generado una multitud de aciertos
En cada ritmo de intentos muchos han pasado por el error, convertido en un señuelo de perdida, de fin. La cultura del riesgo abre brecha en un monolítico deseo de ser funcionario y estampar el timbre cada 5 minutos. En pedir aquel papel que falta para la red gubernamental. Como por ejemplo:
“El gobierno ha prorrogado el desempleo otros 6 meses. Siempre que el solicitante –o su familiar, no supere la renta mínima, y firme el contrato para formarse y este dado de alta como parado y…”
Hay que fajarse en la búsqueda de retornos. Esto es posible si un recorre la ruta con apertura y desconcierto. La mayoría de individuos decide continuar la hilera de hormigas, pero la sociedad está necesitada de líderes y aventureros. Si es aficionado, convenza a los demás de su objetivo. Y, libere grandes energías para nuestra sociedad…