by juan re crivello
“Algunas balas perdidas pasaban silbando por encima de nuestras cabezas. Los soldados americanos, desde lo alto de los carros, de los camiones, de los jeeps, se reían y bromeaban, alegres y despreocupados, mascando su chewing-gum” La Piel Curzio Malaparte (1)
Antes mascábamos chicles y aceptábamos la guerra como un territorio donde permitíamos que el Estado destinara nuestras vidas para el juego del poder. Hoy Putin realiza paradas militares donde sus generales llevan medallas pasadas por el Netol(2) para brillo de anticuadas rencillas en la cual el poder es una dosis interminable de caballos, hombres y fantasmas que lucen en sus cabezas una muerte prevista.
Esta planificación del dolor próximo, de la Gran Rusia o del sueño imperial contrae la democracia al sonido de una música afiebrada. Aun no hemos dejado esta visceral manía de nuestros parientes los monos, que definiríamos como defender al grupo y ser agresivo con el grupo contrario. Nos llenamos la boca de solidaridad, amor a los descarriados del mundo o hacemos carteles para liberar las niñas africanas y salir en las redes pero el despliegue de fuego y poder que amenaza a Europa en las puertas de Ucrania por un cínico llamado Putin nos parece una tos lejana y vacua.
Mascamos chewing-gum y somos felices. Aquellos años del consumo fácil y distraído lo recompensamos con dosis de red, pornografía blanda de modelos del desfile del rey de los sujetadores o alejamientos estériles del compromiso.
Pero nada es una escalera hacia el futuro. Nuestro presente vacio y cruel está dominado por fuerzas ciegas, no del poder, sino de nosotros mismos en nuestra compleja piel, construida de monos y sus emociones antiguas y humanos y la razón, un difícil equilibrio por cierto.
Masquemos chicle. El viaje multicolor de Putin es un escándalo que atrae ante sí una amenaza. Los litros de gas-oil gastados ayer van a cuenta del futuro. Y de nuestros miedos consentidos.
(1) Pág. 253 la Piel Curzio Malaparte Edit. Orbis Edic 1963
(2) Netol: limpiador de metales