En mi sueño entré en una habitación, dos niños jugaban en un espacio agradable y limpio. Uno de ellos me dijo: “el enterrador es Victor” Y me señalo una foto en la pared. Yo llegaba allí en traje y con gran sobrecarga mental. Lo explicaré, cuando uno está confundido con lo que hace y no sabe cómo cambiar su vida.
Pues tal vez de eso podríamos hablar. De las tiranteces que nos reserva la vida metiéndonos en unas vidas que las hacemos, pero no nos atrevemos a cambiar. A erradicar de esa larga agonía como si fuéramos a mudar la piel como una serpiente.
Estamos a comienzo de año, como recién estrenados, todos regresamos a nuestros trabajos o inclusive esperamos que nuestras búsquedas personales se conviertan en nuevas historias para contar: nos apuntamos al gimnasio, o hacer yoga, o la piscina o a pintar. Detrás de cada nueva batalla esta…
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