Perfiles: Yang Kaihui, cartas desde China

el

Como las olas en los ríos y los mares, que sin cesar batir.
¿Cuánto tiempo la noche, lo oscuro el cielo?, ¿cuándo va a ser la luz?
Sin ningún alivio, me senté, vestido arrojado sobre mis hombros, en el frío.
Al amanecer llegó por fin, sólo cenizas quedaron de mis cien pensamientos.
.

Poema de Mao a su esposa Yang

En 1929 a través de un intermediario esta bella mujer le hace llegar a su marido Mao un duro alegato en contra del abandono a que está sometida y el silencio y soledad en que se encuentra. Poco después ella será detenida y ejecutada por el Kuomitang (1).

Los biógrafos Jung Chang y Jon Halliday llegan a la conclusión que “durante su asalto a Changsha –por parte del Kuomitang-, Mao no hizo el menor esfuerzo por sacar de la ciudad a su esposa y a sus hijos, ni siquiera por enviarle a ella una advertencia”.(1) En la carta Yang Kahui dice:

“Llevo varios días sin dormir.

No puedo dormir. Voy a volverme loca.

Han pasado ya muchos días y no ha escrito. Me paso los días esperando. […]

No debo estar tan triste. Los niños se entristecen por mi culpa y Madre se

entristece por mi culpa.

Quizá esté embarazada otra vez.

Tan deshecha, tan sola, tan angustiada.

Quiero huir. Pero tengo hijos, ¿cómo podría?

La mañana del quincuagésimo día recibí la preciada carta.

Aunque él muera, mis lágrimas amortajarán su cadáver.

Un mes, otro mes, medio año, un año, tres años. Me ha abandonado. Las imágenes del pasado se retuercen en mi mente una a una. También las imágenes del futuro que intuyo se retuercen una a una. Seguro que me ha abandonado”.

[…]

“He oído que ha estado enfermo por exceso de trabajo. Sin mí, a su lado, no se cuidará. Se agotará hasta caer muerto.

Está tan mal de salud que no puede trabajar. Piensa demasiado. Que el Cielo me proteja. He de trabajar mucho, mucho. Si puedo ganar sesenta yuanes al mes, puedo decirle que vuelva y pedirle que deje de trabajar. En ese caso, con su capacidad, con su inteligencia, es incluso posible que alcance un éxito inmortal.

Otra noche insomne. Ya no puedo soportarlo más. Voy a ir a buscarle” (2).

El relato de esta mujer ahonda en la distancia entre el amor que profesa a Mao y sus deseos de certidumbre espiritual. Es también un canto coral de las gentes sencillas de una China envuelta en la disyuntiva de seguir a la tiranía que les gobierna o aceptar los métodos del jefe de los bandidos, que es como se conoce en ese momento a Mao. Cuando nos acercamos a grandes mujeres que han quedado sumergidas ante la inmortalidad de un líder que nunca se sometió a ninguna elección democrática y comprobamos como su figura llega hasta nuestros días como una creación del Estado. Ante ello, uno no puede  menos que aceptar que la verdad se descubre a si misma a través de las cartas de los que le rodeaban. Yang, su enamorada mujer, desnuda al líder ante la historia y nos refleja sombras y laberintos que encajan en el futuro, a pesar de hablar desde un presente lejano.

Y al hablar de la muerte y el asesinato que conoce es la práctica habitual de su jefe espiritual. De Mao. De su estilo, nos dice como una advertencia que proviene desde un más allá de los tiempos:

«Sin embargo, yo soy débil, tengo miedo de perder la vida, y tanto miedo de matar. Yo no estoy en sintonía con los tiempos. No puedo mirar a esa cabeza, y mi pecho se llena de miseria. . . No esperaba ver con mis propios ojos. . . la cabeza humana se está convirtiendo en una obra de arte que necesita [a] muchos!

La china actual aún está atrapada en ese liderazgo áulico y restringido a una falta de razón y legalidad. Al leer los poemas de Yang ella nos permite intuir si es posible liberar el futuro y con ello cambiar la pesada maquinaria de la mentira que aun gobierna China.

Notas:

(1) En agosto 1927 Mao dejó Kai-hui y sus hijos, el menor de cuatro meses, para llevar a cabo su primer secuestro de una fuerza armada Roja, que luego abrió a una región montañosa cerca de llamada Jinggang. Allí vivió como un bandido, el saqueo, secuestro y asesinato.

Cuatro meses después de dejar Kai-hui, Mao abandonó a su familia por completo y se casó con otra mujer. En 1930 regresó a Changsha – no ver a Kai-hui, pero a tragar otra fuerza Roja en las afueras. Para darse cubrir para esta maniobra, Mao puso sitio a la ciudad-nacionalista celebrada. La defensa visitante se vengó en general mediante la detención de Kai-hui. Se le ofreció un trato: su vida se salvaría si ella se divorciaría de Mao y denunciarlo. Ella se negó y fue ejecutado por un pelotón de fusilamiento. Autor de la fuente:  Jung Chang Año 2005

(1)(2)Pág. 119. Mao, La historia desconocida, autores Jung Chang y Jon Halliday. Editorial Taurus, año 2006. Siete fragmentos fueron descubiertos en las paredes de su casa en 1982 durante las obras de renovación. La octava pieza salió a la luz bajo un haz a las afueras de su dormitorio en 1990.

Yang Kaihui: Era la segunda esposa de Mao Zedong. Nació en la aldea de Bancang/ Changssha/ Hunan era la hija de Yang Changji, jefe de la primera escuela normal de Hunan y uno de los profesores preferidos de Mao.

Obra poética

Yang escribió poemas para expresar su soledad y su anhelo de Mao. Uno de ellos, «偶感» («Feeling ocasional»), fue escrito en octubre de 1928, dos años antes de su muerte.

Original chinoPinyinTraducción Inglés
天 阴 起 溯 风, 浓 寒 入 肌骨.
念 兹 远行 人, 平 波 突 起伏.
足 疾 可否 痊? 寒衣 是否 备?
孤眠 谁 爱护, 是否 亦 凄苦?
书信 不可 通, 欲 问 无人 语.
恨 无 双飞 翮, 飞去 见 兹 人.
兹 人 不得 见, 惘 怅 无 已 时.
Tian yīn qǐ sù Feng, nóng de han rù jī gǔ.
Nian Zi yuǎn Xíng Ren, píng bō tú qǐfú.
Zú jí ke fǒu Quán? Han Yi shì fǒu Bei?
Gu Mián Shui ài hù, Shi fǒu yì qī kǔ?
Shu Xin bù Ke Tong Yu Wu Wen rén yǔ.
Gallina wú Shuang fēi hé, fēi qù jiàn ZI REN.
Zi rén Bude jiàn, wǎng Chang wú yǐ shí.
Está nublado y muy ventoso; la frialdad severa invade mi cuerpo.
Te echo de menos en el de larga distancia; mi sentimiento sube y baja de repente.
Se cura la enfermedad en los pies? Son prendas que defienden contra la frialdad suficiente?
Duerma solo sin preocupaciones y ama; tal vez yo también soy ardua y he probado demasiadas dificultades.
No hay letras podrían llegar a usted y nadie podrá pedir.
Lamento que no tengo alas, o que podía volar a usted.
No se ha podido ver, el tiempo que me tomo compañero con la tristeza y la depresión nunca llegaría a su fin.

Fuente: http://www.answers.com/topic/yang-kaihui

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