by j re crivello
Esta es la única ciudad donde los hombres se peinan con gomina y tratan su soledad afectiva con la amistad y el pavoneo ante las féminas, y, es también la urbe donde sus mujeres seducen, se pintan los labios de rojo y aman el piropo. Más allá de los tópicos es una gran urbe llena de solitarios que escuchan tango, tal vez para decir que el sueño nostálgico es alimento, es carne, es cadáver que surgirá en cada nueva ilusión. Porque esta masa de ciudadanos es muy romántica: aman su capital, aman su país y hasta su vice-presidenta, quien llora la muerte de alguien traidor y felino. Así son estos señores y señoras. Una nube que vive envuelta en la fantasía de caminar cada día hasta el trabajo pensando en su amor, su niña/o, su suegra y su mama.
De esta milonga mental ha aparecido una ciudad indescifrable que la globalización le sitúa como un punto de referencia: la Humanidad no seria nada sin… Buenos Aires.
Y desde algún confuso lugar, digamos Finlandia reman para que se mantenga esta esperanza vital, ese sueño. Pero la vida real devora sus ventanas, oxida a sus miembros y pudre de olor salvaje a su tradicional Riachuelo. ¡Sí!, hasta en ello en Buenos Aires son diferentes, llaman a su rio, Ria-chuelo. Una mezcla de indefinición, que cada papanata caído de turista corrobora: ¡ellos tienen un rio lleno de mugre y oxido que da color y olor a al tango!
Y sin cometer la bajeza del lugar común, caminar por esta bella ciudad poblada de fantasmas europeos es un sueño. He mencionado a estos seres inanimados que han traído millones en su largo vivir después de abandonar Europa, si Ud. habla con ellos, sus habitantes le cuentan infinidad de historias o juegos de palabras que refieren a ideas-fuerza que dominan su cultura. Siempre menciono una –si es Ud. es de allí disculpe. Los habitantes dicen que cuando se van a dormir se “van a torrar”. En el año 1900 la emigración europea, dispersa, inundo hoteles, pensiones, casas y hasta unas tuberías, y quienes dormían allí serían a-torrantes, luego la palabra impuso su ley. Podríamos citar innumerables circunloquios entre la ciudad y su alma extranjera y maldita. Diremos maldita por ser un castillo de sueños que en el cual vivían el 70% de los ciudadanos del 1900, y les transfirieron a sus descendientes.
Quizá esta sea una de las características de esta ciudad:
#Estar poblada de seres imaginarios que nunca regresaran a sus orígenes –si lo hicieran fallecerían, al no producirse esta posibilidad, aquel que visita esta generosa aldea-grande está invitado a sorber su aroma extraño y fértil
Notas
El 25 de abril de 1889 el médico y escritor español Silverio Domínguez publicó en las páginas de El Río de la Plata, un artículo sobre el posible origen del vocablo, haciendo esta revelación:
«Cuando hace unos seis años la administración de las aguas corrientes de Buenos Aires, tuvo necesidad de estender (sic) una nueva cañería… se encontró en el amplio depósito de caños de hierro con unos estraños sic) seres….que un escritor chispeante bautizó con el nombre de atorrantes, sinónimo de vagabundos, aunque esta palabra no esprese (sic) fielmente el significado de atorrante que de uso frecuente ya en el país, se da al que en nada se ocupa, al que nadie sabe como puede vivir sin trabajar, ni llenar sus necesidades, siendo ahora también corriente emplear el verbo atorrar, por la expresión de matar el tiempo, holgazanear o como el dolce far niente de los italianos…» Fuente http://www.agenciaelvigia.com.ar/origen_de_atorrante.htm
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-66497-2006-05-05.html
http://www.lanacion.com.ar/1448249-riachuelo-el-rio-muerto-de-agua-aceitosa-y-burbujeante
http://elpais.com/diario/2011/05/16/sociedad/1305496804_850215.htm