Hoy termina esta serie, para el final he reservado la conversación que tienen en el bar Robert Mcall y Teri (la amiga sometida por una red de prostitución). —j re crivello
En la larga caminata diaria, a veces vemos en los otros una parte de nosotros mismos. Es en esa mirada cuando comprendemos parte de nuestra misión. Por ello saber mirar en los demás es un aprendizaje, ellos nos hablan de: sufrimientos, alegría, traición, proyectos, compañías de amor, sandeces y un sin fin de historias.
Los viejos escritores —me incluyo en ellos, contemplamos al otro. Cada historia de quien pasa a nuestro lado nos impregna. Nos retira a un espacio de reflexión. En esos espacios cultivados sin más tejemos acuerdos. Todos somos escritores, todos vemos en los fragmentos del colega acertijos que nos descubren nuevas vidas.
The Equalizer ama el buen bar y la lectura. En mi caso amo el buen bar y la lectura. Al final de la Rambla de Vilanova y La Geltrú, donde vivo, casi en dirección montaña antes que acabe en una iglesia de color rosa y columnas grises , hacia la derecha hay un bar. Sus mesas dan sobre la misma rambla. El sol atiende a los parroquianos (en invierno) de uno en uno. les da cita, les provee de conversación. Sirve los pedidos una señora mayor de ojos azules. Se lía de vez en cuando, pero mantiene esa conversación fluida con los parroquianos: del tiempo, el frio, la vida. Allí, me siento. Allí me impregno de conversaciones ajenas.
Luego, la taza de café con leche respira.
Buen jueves , amigos. Aquí en Vilanova, hoy estalla el carnaval, con la merengada. Bajan un inmenso cucurucho desde un edificio relleno de nata, lo abren y los niños hacen guerra con esa espuma deliciosa de azúcar.
Barcelona / j re crivello// Escritor y Editor / Fundador de Masticadores 