Freud cartas —02 by j re crivello

¿Hemos de permitir que nuestros anhelos se centren en cosas tan pequeñas? Sí, sin duda alguna, mientras no llame a nuestra puerta silenciosa ningún acontecimiento que rebase nuestra volición. Y por supuesto, tendremos que seguirnos diciendo el uno al otro todos los días que aún nos amamos. […] No se debe ser tacaño con el…

Guerra y paz: El socialismo by j re crivello

“Después de improviso, le va a invadir una sensación de felicidad; en la niebla de nieve, por la tierra virgen de la estepa, se dirigían hacia el oeste los tanques soviéticos: los T-34, terribles, veloces, musculosos. […[ Rusia encadenada por el acero, terrible y lúgubre, marchaba hacia Occidente. (pág. 891, Vida y destino, Vassili Grossman)…

Violeta Azulay —02 by j re crivello

—Hola. ¿Ud. es Mariona? –pregunta  Marcos. Había llegado a una casa blanca, con un jardincillo cuidado y lleno de gardenias, después de dar una larga curva, por la ruta 56 que une su ciudad y la playa, para escuchar una respuesta afirmativa de una rubia despeinada, con bata amarilla, casi sin pintarse, de senos pronunciados,…