¿Un coach?

By Juan re-crivello

Trabajar con un coach es liberar energías sobre un proyecto personal escogido y que uno ha deseado superar, pero siempre aplaza.

La diferencia con respecto a asistir a una terapia es que en esta última, el trabajo se refiere a la totalidad de la vida del individuo. Ambos procesos pueden ser excepcionales, pero observo que en el coaching el posicionamiento es más rápido y resuelve en menos tiempo las angustias del individuo.

Las siguientes son historias de ficción que poseen una base real.

“Aquella mañana Mari no sabía que su difunto esposo le había dejado sin dinero y sus años de ama de casa le impedían elaborar un proyecto propio. Era el final de un trayecto. El Banco de Recursos Humanos de la Tatoon Limited, le financio 15 sesiones con un coach, moreno, bajito y con un flequillo que saltaba de un ojo al otro ojo. Allí comprendió que su mayor angustia era su miedo a salir a la calle y pudo elaborar una agradable confianza en sí misma. Actualmente Maria R & R, es presidenta de un club de madres y dirige una pequeña empresa que elabora chuches sin azúcar”.

“Bros supo que el amor roto era uno más, de los que había acumulado en tantos años. Mediante un amigo contrato una coach de mirada tranquila, ojos verdes y risa atrapada en la felicidad, luego en múltiples sesiones carraspeo y lloro hasta entender que el amor y la pareja casan con el respeto y la entrega. Actualmente se ha trasladado a vivir a las afueras de Wisconsin, es dueño de una granja de cereal y está profundamente enamorado de su tierra y desde hace dos años mantiene una relación de tres días a la semana con una granjera de la misma comarca”.

“Esther era una deportista promesa pero en las citas anuales fallaba en el momento de alcanzar el éxito, siempre se lo adjudicó a temas como su cabeza, el tener la menstruación o factores varios. Un día vio un programa en la tele y decidió contratar un coach de moda. De tez no muy blanca, redondo y nariz grande, pero con una sonrisa sin renuncias. Con el lloro mucho y pataleo su ausencia de éxito, o su miedo. Actualmente ha ganado torneos menores, pero su corazón está lleno de felicidad y se ha planteado cambiar de profesión -dentro de unos años, al sector de sanidad”.

“Ranwson P era un ejecutivo insoportable que triunfaba y ganaba su buen dinero pero no era feliz. Decidió contratar una coach sin prejuicios y afable. La profesional que escogió era una persona alta, rubia y con una interminable sonrisa. Con ella trabajo sus emociones y su tradicional desamor a sus trabajadores. Actualmente es un hombre de éxito que acepta trabajar en equipo y sugerir proyectos en común. Se ha trasladado a vivir al Este de Alabama, donde su sociedad ha construido una fábrica de retrovirales”.

B. R. King era un escritor que siempre se traicionaba, hasta que descubrió el concepto de coaching y contrato una coach, liviana, divertida y que le aceptara su escaso tiempo. En las sesiones descubrió su capital y le puso a su disposición. En las sesiones estableció que se traicionaba por el miedo al éxito que surgía de su madre -quien le paralizaba, y si se introducía a escribir ficción, aparecían los temores que le acercaban a la perdida por el alcohol -de su padre. Con su coach elaboro un proyecto propio y satisfactorio. Actualmente va por su tercer libro, vive en el área de Barcelona y sueña con sus historias, que hacen felices o le cuestionan sus vidas, a multitud de sus lectores.

Notas

Coach a los que contrataría para dejarme el alma –pero hay muchos/as más

Herminia Gumá

Ana Maria Delgado Cermeron

Juan Carlos Cubeiro

Marta González Corró