Los viernes son como un pecado que espera le recordemos que nos hemos arrepentido. Pero no lo superamos. Todo lo que nos rodea parece distraernos de cada significado. Intentamos que sea el día que nos acerque poco a poco a “il pecatto”, pero nos rodean tantas obligaciones, señuelos, compromisos que il pecatto se aleja, se aleja.
Para atraparle tal vez sea interesante cocinar un buen plato de pasta y abrir esa botella de vino ¿tinto? Si, tinto, luego invitar a quien está cerca, o está lejos. Y preparar la noche del viernes. Para romper con el stress, una canción, una comida de pasta, un beso suave, el préstamo de otra mejilla y allí vamos.
Es viernes les dejo la receta. La última, si miran arriba de mi blog he introducido un link donde están las recetas y los textos de esta vida con amor al spaghetti. No vemos el lunes. ¿De qué escribiré? Nunca lo sé.
Hoy Fettucine All`arancio
Barcelona / j re crivello// Escritor y Editor / Fundador de Masticadores 