Dioses -05 ¿Quién es el sheriff?

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by j re crivello

Para considerar si existe un sheriff en la Aldea Líquida tal vez primero deberíamos resumir los nuevos comportamientos o conceptos aparecidos en las redes, y resumidas en un artículo de La Vanguardia referido a un congreso en Santander, de periodismo cultural, que, bajo el lema de El linchamiento digital intento debatir sobre estos cambios.

El artículo de Xavi Ayén (1) lo resume de la siguiente manera:

Diccionario del nuevo mundo

‘FAKE NEWS’. Las noticias falsas han sido uno de los temas estrella del congreso. Basilio Baltasar las definió como «un magma tóxico deliberadamente fabricado para engañar”.

LINCHAMIENTO. Término proveniente del Salvaje Oeste, Manuel Arias Maldonado describe el linchamiento digital como “aquellas formas de interacción en la red con una clara voluntad agresiva, de acoso”.

DISPERSIÓN. Jesús Ruiz Mantilla desafió al público: “Ninguno de ustedes es capaz de levantarse de la cama, hacerse un plan del día y cumplirlo porque se van a desconcentrar con un montón de chorradas y distracciones en su teléfono. El periodismo es concentración frente a distracción”.

POLÍTICAMENTE CORRECTO. Vivian Murcia, de ElPortalVoz, defendió a contracorriente la corrección política en el lenguaje porque “no entiendo cómo permitimos que se pisotee la dignidad humana y se propague el lenguaje del odio. Debemos rechazar los estereotipos y reclamar para el otro tanto respeto como para mí”.

EL MERCADO DE DATOS. Marta Peirano, autora de El pequeño libro rojo del activista en la red, desgranó en una documentada ponencia cómo funciona el mecanismo profesional de interferir en la opinión pública a través de los ejemplos de las empresas Cambridge Analytica y Palantir, dirigidas por dos amigos de Trump y que “controlan perfiles psicográficos de millones de personas. En concreto, en las elecciones de EE.UU., se dirigieron a entre dos y cinco millones de personas altamente influenciables –lo sabían porque les estaban mirando en las redes–”. Para decepcionar a los ingenuos, mostró detalles de la Internet Research Agency, “una poderosa agencia de trols en San Petersburgo, afín a Putin, que tiene un ejército de cíborgs, millones de cuentas gestionadas por humanos, y enjambres de bots que son dirigidos hacia una campaña particular”.

SARCASMO. Manuel Arias Maldonado y Miguel del Fresno demostraron que en las redes mandan “formas como el sarcasmo o la burla”. En el último debate electoral en España, el 37% de los comentarios de Twitter eran sarcásticos.

‘BULLYING’ . Del Fresno mostró que “hay apps para odiar a otros, el mercado convierte en negocio el odio, lo monetariza”.

EDUCACIÓN. “A mí en la escuela me enseñaron a escribir cartas –explicó Karina Sáinz Borgo, de Vozpópuli– pero no a tui¬tear”. Sintetizaba así la demanda de muchos ponentes de que la educación en la red se adopte en las escuelas.

SUSCEPTIBILIDAD. Se da en las redes un “efecto atosigante” que “conduce a la belicosidad recíproca” y a “la hipersensibilidad, una predisposición extrema a sentirse ofendidos”, en palabras de Arias Maldonado

Y ante un nuevo mundo, los sheriffs clásicos han desaparecido, y la red es un espacio donde los humanos y los bots compiten por construir iglesias donde los feligreses son máquinas que imitan a humanos y humanos que sueltan su rabia ante una aldea dominada por comportamientos tribales.

Lo define muy bien un ex bot humano, que se esconde en detrás de la cuenta @thebotruso, en declaraciones a El País y el periodista Jordi Pérez Colomé lo resume: “Es como si cada día un jefe mafioso lanzara un grupo de comandos a una ciudad con un plan delicadamente diseñado para hacer un conjunto de misiones concretas y sembrar el pánico sin que nadie les detecte” Y todo acompañado por Trolls, 30 cuentas controladas por una persona que actúan como gamberros o impertinentes digitales. Su tarea es usar las amenazas o los insultos como manera de domesticar a los perfiles de personalidades reales y hacerlos sentir incomodos, y obligarles a adoptar una postura dócil en algunos temas.

La red está sometida al juego de trolls y bots. Su libertad es una quimera que los individuos normales consideramos un éxito, pero es corrupta y manipuladora.

Un millón de multas ya se han puesto en dos meses de la Pandemia en España, el látigo administrativo no termina de someternos, se abren las playas en Barcelona para pasear y todos se magrean, charlan se bañan y se sientan a adorar al Dios sol. Los sheriffs están desbordados, las ciudades de talento no aceptan reglas o a lo sumo dicen aceptarlas para luego en la práctica negarlas.

Si esto ocurre en la vida real, imaginaros como en las redes aumentan los comportamientos del Nuevo Mundo.

Notas

  • Las redes sociales, ese nuevo Far West, La Vanguardia.

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