To set Up –cap. 11 (a) Kennedy Obscenity

 

Divido el capíulo en dos partes -j re-

6

 

“Su leyenda sedujo a la leyenda. El suyo fue el misterio oculto en el corazón de la caldera de la ilusión y el engaño (1). Para algunos, era el mal encarnado, para otros, el tipo más simpático del mundo”

De quien habla –pregunte. Mi Director levanto los ojos y con suavidad en una media penumbra dijo:

–Es Korshack, “il consiglieri” de la Mafia. Vivía en el 10624 Camino Chalon, en Bel Air, de Los Ángeles y era “el abogado de los chicos malos” (2). Su distinción, su sabia lujuria, las relaciones que establecía, daban a la Mafia un aire fresco. Pero en el FBI era el número de fichero 92-789ª, y nadie nunca le investigo.  Dominick Dunne confesó años más tarde que esa inmensa y lujosa mansión fue la “primera casa que fui en mi vida en la que había un guardia con un arma de fuego en la puerta” (3) Hizo una pausa para describir al verdadero Padrino. Era delgado, no muy alto, con una sonrisa agradable y multitud de contactos (4). Se cuentan anécdotas por miles, desde levantar una huelga en Hollywood por una llamada de Nancy Reagan a un amigo y el decir: “estará resuelta el lunes, pero dile a Reagan de quien viene el favor”. Mi Director hacia grandes esfuerzos por separarse de esa fantástica marea de simpatía que le impregnaba el Supermob, he intento entrar en la capa dura y espesa del asunto, con una sola pregunta:

–Tú piensas, tal vez. ¿Este no sabía de la trama del asesinato de Kennedy?

–No sé –respondí

–No se atrevían –los del FBI a tocarle. Durante años le instalaron un micrófono de los de la época conectado a la red telefónica. Le bautizaron “Pequeño Al”.

– ¿Le descubrieron algo?

–Poco, si conversaciones con los otros jefes mafiosos y siempre aparecía un tal Sr. Lincoln, del que aun dudamos si era el seudónimo que le identificaba o un personaje misterioso ubicado en otra esfera del complot. Frend Law se detuvo, dio vuelta a una hoja en la que tenía apuntada algunas ideas y señalo con el dedo: así lo veo yo, de las cinco familias mafiosas, él era el SuperMob, el grande. Su tarea era mediar entre el crimen y la legalidad. Luego estiro una hoja de papel y me mostro un gráfico de rectángulos conectados con flechas dibujadas con lápiz rojo. Aparecía CIA-Comisión del Crimen y entre ambas la unión era el Supermob: Korshack.

– ¿No es demasiada especulación? –pregunte. El respondió:

–Diríamos que lo visible es el grupo de Carlo Marcelo –el jefe de la Mafia de New Orleans– quien señala claramente la necesidad de asesinar a Kennedy, luego los hombres de Chicago agrupados en torno a Sam Giancana que colaboraban con la CIA para matar a Castro a través de un tal Maheu que conectaba con el Director del programa de Operaciones Especiales de la CIA Wiliam Harvey quien fue sustituido  a finales de 1963 por Desmond Fizgerald. Mi jefe se puso de pie, caminaba lentamente, luego se giró para mirarme y preguntar: ¿nos falta algo? En ese momento extraje un papel doblado y mostré otro gráfico y dije:

–Me obsesiona la conexión entre La Mafia y la CIA, y situarla antes del asesinato, pues todos hablan de un complot en general, pero no precisan, por ejemplo que un político como LB Johnson, no sería capaz de llegar hasta el límite de decidir asesinar, pero tal vez Richard Nixon. De su parte aparecen con respecto al Watergate, en las cintas grabadas en la Casa Blanca, ciertas expresiones que considero confusas, y son referidas al asesinato, por ejemplo: cuando dice a Edward Kennedy en 1972: «Si él recibe un disparo, es demasiado, condenadamente malo». (5) O cuando se refiere a E. Howard Hunt en conversaciones grabadas por Haldeman referidas a aquel, en el libro, Watergate, el asesinato de JFK y la Bahía de Cochinos: «Por supuesto, esto Hunt, que va a descubrir un montón de cosas. Abre esa costra, hay un infierno de un montón de cosas, y nos parece que sería muy perjudicial que esto vaya más lejos…”

– ¡Un infierno! ¿A qué se refiere? –preguntó en voz alta mi Director.

–No olvidemos que Nixon estuvo en Dallas el día anterior –dije.

– Tal vez el no tuvo nada que ver, pero si azuzo a los elementos más derechistas de la época y… conocía bien a los que entraron en Watergate once años después. De los cuales  una parte de ellos fueron oficiales de la CIA que participaron en operaciones especiales en la época y son citados por Hunt antes de morir: Cord Meyer, David Phillips, William Harvey y Donald Morales. Pero necesitamos la pieza, ¡la pieza! que conecte ambos movimientos…

 

To set up

Llegue a casa de Elsa a las 22, era tarde, me había entretenido en una larga charla con un descendiente de “Mr X”, aunque no era el momento de hablar del tema. Braun P al traerme en su taxi me dijo:

–Esta chica es la que domina. Apuesto por ella y no por Carmen. Solo respondí con una sonrisa, en el fondo ambas me intrigaban y me alejaban de Barcelona y anteriores fracasos, como la última amiga de allí, lenta, inexplicable, cargada de celos. En esos cuatro años pasados el sexo parecía un desperdicio. Para follar, me veía obligado a saturarle de emociones y ante tanto capricho M W N siempre respondía de una manera extraordinaria. Pero una vez repuesto de tanta aceleración, me dirigía a un nuevo sometimiento hasta verla estallar. Preocupado por aquel estilo, una vez visite al médico y me diagnostico una fatiga crónica, y me rebele diciendo con mi particular cara de besugo: ¡Doctor es sexo! El quien me conocía desde hacía años, respondió, Mardi: “¿Qué dice?” No pude resistir a contarle todo el rollo, sabiendo que en las consultas este galeno escucharía cada cosa –y dije–

–Mire, tengo una pareja que me somete a largos periodos de abstinencia y luego se suelta. El Doctor me miro, abrió los ojos como si regresara de un profundo viaje y dijo:

–En mi caso, me ocurre lo mismo y, me tomo estas pastillas que me traen desde Argentina. Las mire, ponía “Billiken”, ¡pero si esto es para los niños del cole! –exclamé. Reímos, pero él insistió:

–Mardi ¡si quiere follar no se case! A los 5 minutos vi entrar a su secretaria, una morena ondulante y con estilo de gimnasio. Enseguida comprendí que mi Doctor además de las pastillas tenía otras soluciones.

 

Al entrar en el loft de Elsa Rockefeller aquellas imágenes de mi médico y su bomba sexual se disiparon. Su beso disparo mis sentidos. ¿Qué hacia un tipo a las diez de la noche visitando a su amiga? La respuesta sobrevoló sin tanto esfuerzo. Elsa me ligo entre sus manos y fuimos hasta la cocina, allí puso una botella de tinto español y dijo: “lo compre esta tarde en un espacio de Wins extranjeros” y le acompañó con tostadas, queso, pate de pimienta y unas anguilas de casi tres centímetros que traían de no sé qué país y se metían en la boca de una vez: “así mira” –dijo. La boca se abrió, su lengua palpito y aquel bicho venido de Sud América desapareció. Luego untó las tostadas con un picante que me subió hasta quitarme la palidez. Con la copa de vino, ella rebajo aquel incendio, al pasarla primero por su nariz y luego repetir  la escena de la anguila.

–Te juego que de las 6 anguilas que quedan soy capaz de arrastrar tres por mi boca ¡antes que tú! –dijo. Acepte el envite, los bichos se disiparon y también las copas de aquel vino  del Norte de España. Y luego se acercó para decir: “¡se han acabado! Y me introdujo su lengua viva y rápida como aquel aperitivo. No recuerdo casi nada, una o dos copas de vino directas de la botella, ella saltar encima de mi vientre o tal vez las anguilas que regresaban desde donde habían partido. Pero la excitación era tan salvaje que sumergido en aquel juego, mi mano repaso una piel suave que se hundía debajo de su barriga y ella quemaba, quemaba de… ternura.

Mañana parte (b)

Notas.

(1)HollywoodEl hombre que guardaba los secretos Por Nick Tosches

(2)HollywoodEl hombre que guardaba los secretos Por Nick Tosches

(3)HollywoodEl hombre que guardaba los secretos Por Nick Tosches

(4)Sidney Korshack, según wickipedia

(5) El presidente Richard Nixon hablando senador Edward Kennedy. Comentario de Nixon fue grabado en una cinta de la Casa Blanca, 7 de septiembre de 1972.La cinta se estrenó al público treinta y siete años más tarde, el 28 de agosto de 2009, tres días después de la muerte del senador Edward Kennedy. Dirty Política Watergate, Nixon y el asesinato de JFK Mark Tracy

Otros datos

Sidney Korshack según New York Times “His reputation was made in 1943 when a mobster on trial for extorting millions of dollars from Hollywood movie companies testified that when he had been introduced to Mr. Korshak by a high-ranking Capone mobster, he had been told, «Sidney is our man.» Fuente http://www.nytimes.com/1996/01/22/us/sidney-korshak-88-dies-fabled-fixer-for-the-chicago-mob.html

Sidney who, you ask? Those with a passing pop-culture familiarity with the Mafia know that Chicago was famous for its Italian Mafiosos, like Al Capone and Tony Accardo. New York City, of course, had its share of “tough Jews,” including Meyer Lansky and Bugsy Siegel. But for much of the past century, the real center of mob power was a Chicago-born Jewish lawyer — or so says investigative reporter Gus Russo in his new book, “Supermob: How Sidney Korshak and His Criminal Associates Became America’s Hidden Power Brokers.” Fuente http://forward.com/articles/5977/mafia-jews-inside-a-genuine-cabal/

FBI FILE 92-5053 S Korshack (65 páginas)

El diario de Mary Pinchot Mayer que desapareció: http://www.nytimes.com/1995/11/05/books/l-in-angleton-s-custody-016578.html

 

 

 

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