Luciérnagas —01 ¿Escribir? by j re crivello

“Escribir en un café puede servir para mejorar la concentración. Pero, en lugar de reducir los estímulos, la atmósfera de un local público mantiene felizmente ocupada nuestra parte sensorial, de forma que la parte más profunda y silenciosa, la que es capaz de crear y concentrarse tenga libertad para hacerlo (pág. 146, El Gozo de escribir, Natalie Goldberg)

En mi caso no uso los cafés no para escribir, sino para despertar la reflexión profunda que manifiesta la Goldberg. Allí esta el marco de la vida. Allí aparecen y se suman traviesas personalidades que dejan tras de si sus angustias o sus alegrías. No utilizo el papel, ni el lápiz. No soy capaz de escribir como “a la antigua”, allí se fraguan ideas, allí a veces pongo una idea en un bloc de notas del móvil.

Hace unos días en una conversación con un escritor joven, me dijo que su tarea actual le ocupaba tantas energías que había dejado casi de escribir. Pude aconsejarle, pero mientras más me hundía en ese terreno, más comprendía que para escribir hay que motivar a tu lado observador, reptiliano (de víbora que observa antes de atacar) y ese espacio debes mantenerlo limpio, alejado de la tensión que le atrapa, o del stress.

Hace unos días, la Sra. A, me comentaba que yo no era un tipo que sintiera stress. Sonreí. Puede uno limpiar el stress con miles de ejercicios, no soy un experto, pero el primero tal vez sea apartar de nosotros las cosas que no se pueden resolver y que el tiempo ayudará a que ocupen su espacio.

Los escritores y las escritoras, carecemos de grandes defensas ante la vida, siempre estamos en las reuniones como uno más. Todos desfilan con sus problemas familiares, los hijos, los trabajos y hasta sus necedades. Nosotros pareciéramos que fuéramos iguales que ellos, digo pareciera, pues detrás sigue la maquina trabajando para aquel día que las teclas suenen una y otra vez. Y agregaré, si eres editor de Masticadores (de 20 blogs) aquella presencia que eres tu en la reunión lleva un espíritu especial.

Pero, nada te desconecta o conecta como una buena disciplina, tu agenda, tus ideas, tus horarios para escribir y un buen bar donde la vida bulla mientras tu disfrutas de ese momento.

Escribir por lo tanto no es diferente de cualquier actividad humana, ni mejor, ni peor, pero si te acompañará hasta la muerte. O te dejará unos metros antes.

Buen lunes, amigos. (Aquí lloviznando, después de meses sin hacerlo)

Notas:

La Goldberg, dice que en EEUU los escritores son bichos raros, en España, no es una actividad reconocida. Casi siempre no digo que soy escritor, de esta manera evito tantas preguntas basadas en ridículas observaciones. Aunque estos últimos años mi circulo ha aceptado mi actividad y establecen cierta capacidad de empatía, Aunque siguen pensando que yo espío en sus vidas… Tal vez por mi estilo de escritura reflexiva que parte siempre de señores y señoras que mantengo en su anonimato, pero me influyen y les influyo. Y, tal vez por no ser el clásico escritor que quiere hablar de lo que escribe…

Y, tengo una rara habilidad de establecer buenas relaciones con más de 300 escritores de medio mundo y 5 idiomas. ¿Pero alguno pensará, desde cuando haces esto? Solo desde hace 5 años. O sea que mi vida anterior fue bastante diferente.